Ser un trabajador/a de la luz es un título que no te lo dan en ningún colegio o universidad. Nadie decide si tu eres o no un trabajador/a de la luz. Eres tu, simplemente quien decide si te consideras uno/a.
Ser un trabajador/a de la luz es algo que se siente o no se siente. Si estás consciente de tu luz interior, si crees que la unión de varias luces puede hacer cambios vibratorios. Si en contra de toda lógica aprendida, sientes que lo mas importa es lo que hay dentro de ti y que el camino que quieres andar está relacionado con que tu Ser interior aprenda lo que ha venido a aprender, entonces te sentiras identificado/a con este concepto. No importa la profesión que tengas o a lo que te dediques.
Ser un trabajador/a de la luz no es bueno ni malo, no somos mejores por creer que pertenecemos a este "estatus", simplemente es una cualidad. Algunas personas tienen cualidades que destacar y esta puede ser una de ellas.
Lo único que implica es que si lo sientes dentro de ti, debes admitirlo y sacarlo. Dejar que tu luz brille y que los demás la puedan ver. Cuando negamos algo que sentimos dentro, lo único que conseguimos es hacernos daño. Cada vez que yo he intentado esconder mi luz por miedo o por verguenza, he sentido un gran dolor dentro de mí.
Es verdad que los miedos pueden llegar a ser muy intimidantes y en muchas ocasiones nos paralizan por completo pero el no enfrentarlos trae peores consecuencias.
Nadie dice que sea fácil, ni siquiera que sea difícil, simplemente es y si es así, hazla brillar, que brille tanto como puedas. Te sentirás bien y harás que los que la vean se sientan bien.
Así que si consideras que eres un trabajador/a de la luz, brilla, brilla con fuerza y sobretodo con mucho amor, verás como los miedos se desvanecen y tu luz se intensifica.
Articulo de Loreto Alonso-Alegre Arana.
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